Sólo el rojo de la sangre que el escudero había derramado, y que ahora fluía desde sus venas y le empañaba la visión. La hierba ya no tenía más color que la oscuridad negra, y poco a poco caía en el infierno que él mismo había creado.
Y recordó aquellos versículos que el bizarro monje le había leído: "Quien a hierro mata, a hierro muere".
Estaba avergonzado de morir antes de entregar su mensaje, pero estaba orgulloso de haber muerto en combate: el paraíso le esperaba.
3 comentarios:
Muy interesante, me ha gustado ^^
Besos feo :P
Precisamente ésta era la foto que tanto se me resistá a ser enviada por Gmail XD.
Sí, feo y todo lo que quieras, pero algo tendré para (censored).
Oh the irish men!! The fishermen!! The wooden men!...
Lo siento, es que ando precisamente haciendo un trabajo sobre la relación de los católicos irlandeses con la spanish court a principios del XVII y al ver tu foto no he podido evitar pensar en todas las batallas que se libraron en el Ulster por los clanes irlandeses contra el dominio inglés protestante.
Sí, vale, tú no estás en Irlanda.
Pero la foto (que por cierto, me encanta), deja mucho margen a la imaginación.
Me despido batiendo un huevo.
See yah!!!!
Luciand.
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