domingo, 20 de enero de 2008

Más de violencia, por desgracia

A mil kilómetros de distancia, de lo que me acabo de enterar. Me preocupa, y especialmente porque conozco a Javier desde que es párroco de Zizur, y en todos estos años nunca le he visto hacer daño a nadie, más bien todo lo contrario. Siempre que he visto a alguien pedirle ayuda se la ha dado, siempre que yo le he pedido algo, me ha ofrecido ayuda.
Por desgracia, probablemente tengamos que buscar las (razones?) de esto en sus propias declaraciones:"Pienso que no fue contra mí por quien soy, Javier Sagasti, sino contra lo que represento, mi condición de sacerdote". Lo cual es, dicho sea de paso, muy triste. Sobre todo por eso que dice al final de la entrevista (atentos, generalmente los finales de los textos de los periódicos suelen guardar informaciones muy importantes, no os fiéis de la "pirámide invertida"):"Les preguntaría qué mal les ha hecho a ellos la Iglesia, el por qué de esa agresividad. Mira, en Zizur tenemos dos parroquias y, quienes se dirigen a nosotros simplemente nos agradecen lo que hacemos. Espiritualmente, hacia el interior de las personas y con la vertiente social hacia el exterior. Somos los que más colaboramos con el Servicio Social de Base".
Pues nada,seguro que la noticia ha corrido como la pólvora (hasta el pleno ha sacado una condena... por una vez unanimidad...), y hoy la iglesia está a rebosar.


Dos desconocidos golpean en la calle al cura de Zizur

- Los dos jóvenes asaltaron el viernes a Javier Sagasti Boquet junto a la iglesia cuando tiraba la basura

- La agresión causó al párroco heridas superficiales en la cara, por las que presentó denuncia a la Guardia Civil


CARMEN REMÍREZ . ZIZUR MAYOR Domingo, 20 de enero de 2008 - 04:00 h.

Dos desconocidos, que iban encapuchados en el momento de la agresión, asaltaron y golpearon en plena calle a Javier Sagasti Boquet, de 47 años, y párroco de Santa María de Doniantzu, en Zizur Mayor, desde 1999. La agresión se produjo el pasado viernes sobre las 20.15 horas, cuando Sagasti procedía a tirar la basura en un contenedor próximo a la vivienda parroquial, entre el edificio de la iglesia y el centro de salud.

Distraído doblando unos cartones, Sagasti escuchó unos insultos referidos a su condición de sacerdote, a los que no prestó atención. De improviso, los dos jóvenes se aproximaron hacia él a la carrera, le empujaron derribándole y le propinaron una patada en la cara. Posteriormente, se alejaron a la carrera.

Javier Sagasti, según su testimonio, se incorporó y terminó de recoger los cartones. Fortuitamente, al pasarse la mano por el pómulo descubrió que estaba sangrando. Volvió a su domicilio y allí se realizó una primera cura de las heridas que tenía en la cara. Minutos después, llamó a un amigo médico, que se personó en su casa y le aconsejó que acudiera a Urgencias y denunciara los hechos. El parte médico se refería a "una contusión y herida superficial nasal, además de una herida superficial infraorbitaria izquierda". Ayer, Sagasti presentó una denuncia en las dependencias de Guardia Civil, que ha abierto una investigación para esclarecer los hechos.

Las reacciones a lo sucedido no se han hecho esperar en la localidad, donde la figura de Javier Sagasti es muy conocida entre los vecinos. El Ayuntamiento, en nombre de todos los grupos políticos municipales, expresó en un comunicado su "denuncia más enérgica de los hechos". Se comprometió asimismo a: "Hacer todo lo que esté en nuestro mano para evitar que se repitan este tipo de actos contra cualquier vecino". Entre las numerosas llamadas de apoyo que recibió Javier Sagasti no faltaron las del actual arzobispo, Francisco Pérez, y la del anterior, Fernando Sebastián. A pesar de que los médicos aconsejaron a Sagasti reposo, el párroco de Zizur no dejó de realizar ninguna de las actividades que tenía en su agenda. Ayer celebró un bautizo, un encuentro con niños y una misa. Hoy tiene previsto oficiar tres eucaristías.


"La agresión no ha sido contra mí, sino contra mi condición de sacerdote"

Después de lo ocurrido, Javier Sagasti Boquet no disimula cierta resignación. No había querido hablar de lo ocurrido ni siquiera a su familia, pero finalmente pensó que comentar lo ocurrido a los medios contribuiría a la reflexión. Asegura que hasta ahora sí que había tenido que escuchar algunos insultos, pero nunca había sufrido nada parecido a una agresión.

¿Cómo se siente?

Ahora mismo me duele todo el cuerpo, pero también es reconfortante haber recibido tantas muestras de cariño y de ánimo. Durante todo el día he tenido el teléfono colapsado. Eso es positivo y llena. La gente no es insensible, y se da cuenta de que lo malo no es bueno. El rechazo social ha sido unánime.

¿A qué achaca lo ocurrido?

No lo sé. Pienso que no fue contra mí por quien soy, Javier Sagasti, sino contra lo que represento, mi condición de sacerdote. Algo falla en ese razonamiento. Me da pena que exista gente joven que no sepa convivir ni perdonar. Son una minoría en Zizur, pero existen, y eso alude a un problema social que nos implica a todos.

Si tuviera delante a sus agresores, ¿qué les diría?

Les preguntaría qué mal les ha hecho a ellos la Iglesia, el por qué de esa agresividad. Mira, en Zizur tenemos dos parroquias y, quienes se dirigen a nosotros simplemente nos agradecen lo que hacemos. Espiritualmente, hacia el interior de las personas y con la vertiente social hacia el exterior. Somos los que más colaboramos con el Servicio Social de Base.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que para llegar a llenar la iglesia tengan que pasar estas cosas es muy triste la verdad y mas sabiendo que la mayoria de curas son unos buenazos por que hacerles daño es que no encuentro explicacion que cobardes son los que hacen estas cosas me sacan de mis casillas por que no pegan a sus familiares y amigos agggg bueno menos mal que no fue nada grave saludos

Anónimo dijo...

http://argijokin.blogcindario.com/2007/04/06548-un-menor-y-un-joven-de-estetica-punkie-agreden-brutalmente-a-un-cura-de-cuenca.html